domingo, 5 de octubre de 2008

"Ya casi estás lista, no te falta nada"


Hola de nuevo. Tardé una semana después de la consulta más reciente en el médico, pero la idea es no dejar de hacerlo. Para la semana 35 ya Andrés david pesaba 3,100 Kg. y digo pesaba porque aumenta todos los días. Cuando le pregunte a la doctora si iba a ser gordo o largo, me digo que ambas, así que se imaginarán que no va a ser tarea fácil traerlo al mundo como quiero, por parto natural, pero eso se sabrá el 17 de octubre que es cuando me hacen la pelvimetría. Por cierto, la obstetra me dijo que a partir de esa fecha estoy lista, así que puedo esperarlo cualquier día hasta el 1 de noviembre. El bolso apenas está listo... no, no hicimos Baby Shower, preferimos dejarlo para hacerle una minireunión y que la gente lo conozca ya fuera de la barriga.
Ya me mandaron unas inyecciones para ayudarlo a terminar de madurarle los pulmones en caso de ser necesario, así que tengo que ponermelas porque eso no se sabe al estar aún en el vientre materno. Acosé a la doctora con preguntas sobre su hipo, mi acidez, la hinchazón de los pies que cada vez es peor, el dolor como por las costillas por el peso de la barriga, los estímulos para garantizar que vea y que escuche... con decirles que mientras esperaba a que me atendiera, hice una lista escrita de lo que quería consultarle.
Fue muy cómico cuando vimos en el eco que tenía el dedo gordo del pie levantado todo torcido y se le veía una mano gigante porque finalmente la vimos extendida, para variar, cerca de la cara. Le escuchamos el ritmo cardíaco y se le midió el fémur, que ya daba en número como si tuviera 39 demanas de gestación.
Es traumático cuando te enteras del peso que tienes, uno no se imagina cuánto se aumenta, aunque afortunadamente la mayoría de las personas me ha subido el ánimo al decirme que estoy igualita y que sólo se me ve grande la barriga... aunque hay otros pocos que son como impertinentes y faltos de tacto que te sueltan un: ya estás gordita, estás hinchadísima, casi irreconocible, qué cómicos se te ven los pies, tienes los dedos gordísimos... como si fuera muy agradable escucharlo o estar atravesando por este pocotón de cambios. Ah, otra cosa, creo que apenas ahora me estan pegando los cambios hormonales, o quizás es sencillamente la ansiedad que empiezo a exteriorizar así, pero por todo me dan ganas de llorar. En más de una oportunidad he sorprendido a Marcos con mi llanto repentino por algo que dice o hace.
Me dieron el informe y solicité la cotización en la clínica para parto natural, ahora sólo queda esperar la pelvimetria y ver que me dicen en la siguiente consulta el 20 de octubre. Cuando la doctora me dijo: "En 15 días ya casi estás lista, no falta nada", me dio un ataque de risa y le pedí que no me dijera esas cosas porque me asusto... prefiero ser ilusa y mantenerme ignorante, jajaja.
La gente me considera loca al querer un parto natural con el tamaño que proyecta el bebé, pero lo que quiero es tener la oportunidad de decidir, aunque la última decisión no es mía, pero no quiero renunciar a la posibilidad de sentir todo como es por simple cobardía. Si me toca cesárea, quiero que sea por razones clínicas. Además, es el primero, quiero que todo siga un curso natural, porque me dijeron que si el primero es cesárea, todos los demás también, y no quiero perderme, por elección propia, la oportunidad de conocer completo este momento en la vida de una mujer .